12 de octubre de 2012

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Participas de mi:
en este juego absurdo de dejarnos sordos
desnudos de miedos,
valientes y estúpidos,
cubriéndonos la cara con la excusa
de parecer más dóciles si no nos vemos.

No es suficiente:
Mientras nos pisemos el cuello
de puro aburrimiento,
o lancemos las cartas al aire
para no enseñar la jugada.

Que por vender
vendamos las ganas y la suerte
y sólo nos queden las garras del cuervo
y las cárceles de piedra
y las cárceles de acero
y las cárceles de piel.

Deja que el maldito mundo 
nos deje ciegos y mudos,
nos deje indefensos
sordos, jodidos, muertos:
Tanteando entre las cenizas,
tanteando entre las  excusas,
buscando la voz para suplicar:
Nunca.
Nunca es suficiente.