26 de noviembre de 2012

O DIGAMOSLO MEJOR....




como impulso
cíclico
que me
crea para destruirme y
me destruye

SÓLO
                               

 para
       volverme a
                       crear
de nuevo.

En
mi
no
gana
nada.

En el bucle
casi existencial casi apocalíptico
casi maravilloso de
orgasmos
que sejuntan con
heridas
quesejuntancon
pupilasquesejuntanconexcusas
para que
se me caiga la piel a cachos
de no
soportar
tanta
desidia
dentro.

Si.
En mi
no gana
nada.

O digamoslo mejor....

aquí llueve
como si alguien
fuese
a
morir
de
pena.

21 de noviembre de 2012

Bú.

Alguien gritó:
¡miedo! ¡muerte! ¡políticos!.
Reímos de miedo.
Reímos de muerte.
Los terceros vinieron
a intentar robarnos la risa.

20 de noviembre de 2012

No title.

Éramos
perfectos
decían.
Destripando
Madrid
riendo,
perfectos, decían.
Desconociendo el motivo
por el que
la risa
venía a nosotros,
TRANSFORMADA
en nosotros.
Amando con fuerza.
Amando con fuerza.
Decías,
hay que amar,
pequeña,
al mundo que nos patea
y nos jode y
vamos a darle el beso
de
¡Buenas noches!.
Durmamos en
nuestra cama que
huele a pólvora del pasado que
huele a pólvora carcomida
por los cuervos del pasado
vamos a dormir
en nuestra
cama de sangre
nuestra mascota doméstica nos ama
con fuerza nos ama
vamos a darle el beso
a nuestro cadáver que nos ama
como las flores podridas
que le dejamos
nos aman
los niños los payasos
nos aman los yonquis las putas los dioses nos aman
las cucarachas los banqueros, todos.
El cáncer, el miedo: Todos.
Éramos perfectos, decían
en
nuestro
mundo
de mierda.

18 de noviembre de 2012

.

Un cadáver pudriéndose
se acoge al derecho
de hipotecar su tumba.
Quiere comprar risas, y tabaco,
y pluma y tinta para escribir
que el olor a muerto
ahí fuera
es insoportable.
Y añade: "Por favor, humanos,
hagan cesar
el eco hipócrita de sus palabras".

14 de noviembre de 2012

Para no perder la costumbre.

No me han crecido las uñas lo suficiente como para follarte bien. Así, como quiero, mezcla de parábola enigmática y apocalipsis mediocre.
Empiezo con ESA frase.

-¿Cómo puede ser mediocre el apocalipsis?.- dice el idiota trajeado.

-Prueba a cargarte a la totalidad de la humanidad y solo destruirás mierda y rutina -dije. Gente que le busca el color al cielo y el sabor al desayuno. Me encanta pensar eso.

También para mi el tren me deja en la parada y comienza una especie de muerte diaria convertida en conversaciones predecibles, apuntes desordenados, sonrisas artificiales, comida artificial, y personas artificiales. Si en esta ciudad hubiese un puente enorme y rojo como el de San Francisco la tentación hubiese sido mayor. Pero estoy aquí, imaginándome que alguien se hace una paja, o intenta ponerle cara al agujero donde se corre.
Mierda.
No.
Si hubiera un puente tan magnífico daría igual.
No me tiraría de él, ni lo usaría como metáfora expresionista. El caso es que simplemente atravieso una etapa jodida.

No soy alguien con manías extraordinarias ni obsesiones, no tengo ninguna enfermedad mental diagnosticada (de momento, al menos), no me ponen cachonda los pies, ni los muertos, no consumo drogas duras, aunque si fumo. No soy sadomasoquista, voyeurista, ni adicta a la moda, o a programas televisivos, comida, rayos U.V.A, no me gusta cualquier mierda explotada o explotable por un gilipollas con corbata en el departamento de marketing de cualquier empresa en cualquier ciudad.
Leo lo que puedo.
Follo lo que puedo.
Duermo lo que puedo.
Vivo lo que puedo.
Ese es el único puto problema. Buscarle el color al cielo o el sabor al semen o el olor a las flores o el sentido a la vida. Ser un gilipollas en una manada de gilipollas que se reproduce como una enfermedad terminal dentro del organismo.
Lo normal.
No fue ese el motivo principal de entrar en la consulta.
Lo primero que pensé fue: "¿Que hago exactamente aquí?". Puede que me gustase desperdiciar el dinero en esta clase de cosas o que me hubiese propuesto follar en un despacho. O que simplemente me aburriera y quisiese hablar con un idiota con título antes que con un idiota a secas.

-Nunca he follado en un despacho, por cierto. ¿Qué tal es?.

Aunque por otra parte no le conozco. Tendrá sus propios problemas, supongo. Lo mismo la tiene pequeña. Puede tener alguna clase de enfermedad contagiosa. O lo mismo tiene miedo a que yo la tenga.

- Aquí TRABAJO. Nada más.- dice el gilipollas sin nombre.

Pero las uñas, hablaba de eso, las tengo cortas. Sería un polvo sin duda decepcionante.
Algo me hace preguntarme cómo me ve este idiota trajeado a mi.
¿Tengo el símbolo del dólar en los ojos?.
¿Soy una loca que le hace perder el tiempo?.
¿Un puzzle?.
¿Un número?.
¿Le parecería emocionante echar un polvo?.
Que nos pegásemos sería más emocionante. O que le dijera que me pone cachonda que me arranque mechones de pelo o escupir sobre su boca o que le salga sangre de la nariz. Aunque todo, por supuesto, sea mentira.
El tren hará el mismo maldito recorrido mañana, hoy, a todas horas. Todo lo posible aquí y ahora es mediocre. Y el aquí y ahora se posterga hasta donde quiera alargarse. El aquí, el ahora, son la polla más grande del mundo. Todo lo demás es tan artificial...
La mediocridad de las sonrisas falsas.
Las miradas falsas.
Las palabras falsas.
La mediocridad DEBERÍA ser un color.
El color más abundante del planeta.
Creo que soy ninfómana.
Debería haber pedido cita previa.
No. No soy ninfómana.
Simplemente me aburro.

10 de noviembre de 2012

Fivesevenfive's

Golpearemos
la rutina sin pausa
hasta que sangre.

Debían ser
salidas de emergencia
tus ojos tristes.

¿Qué clase de
persona eres si no
maullas a veces?.

Algo tuyo.

No tienes idea
de la cuidadosa indiferencia,
del laberinto indomable,
de la sombra inquieta.

No tienes idea
del reloj que transcurre
como pronunciando tu nombre.
Del espejo que me está reflejando
y a la vez busca algo más.

Los gestos y
los fantasmas
son también algo tuyos.

Los labios piden tregua.
Las manos piden tregua.
Los ojos piden tregua.
Nosotros no pedimos nada.

El mundo nos deja
desconsolados y absortos.
No tienes idea
de las palabras que pasan
siempre inadvertidas.

El mundo nos deja
en huesos y en ruinas.
Los cadáveres piden tregua.
La ciudad pide tregua.

La tregua es imposible.
La lucha es cobarde.
El reloj busca
siempre más que tu nombre.

Nosotros no pedimos nada.


Somos el ocaso
sepultado del amor.